DE LA RABIA HUMANA DE ORIGEN CANINO Y OTRAS VERGÜENZAS
Titel:
DE LA RABIA HUMANA DE ORIGEN CANINO Y OTRAS VERGÜENZAS
Auteur:
Nelson Alvis G
Verschenen in:
Revista MVZ Córdoba
Paginering:
Jaargang 11 (2006) nr. 2 pagina's 779-780
Jaar:
2006
Inhoud:
Colombia invierte cerca de diez puntos de su PIB en salud, sin embargo, sus indicadores desalud pública desdicen de la efectividad de su sistema sanitario. A las ya altas tasas deprevalencia e incidencia de patologías controlables o erradicables, como malaria, dengueclásico y hemorrágico, fiebre amarilla, tuberculosis, cólera y leishmaniasis, se agrega otravergüenza: los brotes de rabia humana de origen canino recientemente observados en laregión caribe colombiana.La rabia es una enfermedad letal transmitida al hombre por animales domésticos o silvestresproducida por el virus rábico perteneciente al género Lyssavirus de la familia Rhabdoviridae,prevenible mediante vacunación. Los mecanismos para evitar muertes por rabia estándesarrollados y bien descritos: a) cortar la cadena de transmisión del virus en especiesdomésticas (vacunación, manejo de poblaciones de perros y atención de focos); b) aplicaciónoportuna de tratamientos pre y post exposición a personas en riesgo; c) Vigilanciaepidemiológica y monitoreo y control de la enfermedad en especies silvestres.En el informe final sobre “Evaluación del Programa Nacional de rabia de Colombia”, realizadopor la organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de la Protección Social en 2003se destaca: “….la rabia transmitida por el perro aún constituye una situación preocupanteen Colombia, además de los pocos casos registrados en los últimos años. Persisten situacionesde circulación viral, fundamentalmente en los departamentos de la costa atlántica querequieren de la aplicación de medidas de emergencia..” (1). Sin embargo, al parecer talesmedidas quedaron solo en simples recomendaciones de política sin que las mismas hubiesensido tenidas en cuenta, con los resultados ya conocidos y sin que aparecieran los responsables.En el citado informe se revela que entre los años 1995 a 2003 la región de la región caribecolombiana presentó el mayor número de defunciones por rabia humana del período(17casos); seguida de la región occidental (5 casos), la Orinoquia (3 casos), la Amazonía (2casos) y la Región Central, un sólo caso en el 2003. Es decir todo estaba anunciado.Los muertos se presentaron como consecuencia de la mordedura de perros infectados con elvirus de la enfermedad, en diciembre de 2006. El Instituto Nacional de Salud confirmó loscasos y estimó éste como el brote mas grave, luego del ocurrido entre mayo y julio del 2004en el que se notificaron 14 casos en el Bajo Baudó, por mordedura de murciélago. Cabeaclarar que se trata de un tipo de virus distinto al transmitido por caninos.Según informes de la Secretaría de Salud de Santa Marta, al parecer las víctimas fueronmordidas en septiembre. La primera falleció el 5 de noviembre, la segunda 20 días despuésy la tercera el 16 de enero. Uno de los indicadores a partir de los cuales deben generarsealertas es la presencia de rabia animal. Ya para el 2005, el departamento del Magdalenamostraba el mayor número de casos reportados en el país: 18 de los 97 registrados.En el informe se destaca a pie de pagina: “El grupo evaluador, en virtud de razonesepidemiológicas, operativas y políticas considera necesario resaltar la urgencia de estarecomendación considerando que la situación de rabia transmitida por el perro en losDepartamentos de la Costa es un asunto que requerirá la intervención directa de las masaltas autoridades nacionales para evitar casos humanos prevenibles que se ven comoaltamente probables en un futuro próximo de persistir la situación actual. El virus de la rabianecesita de la existencia de perros no vacunados para sostenerse en la población caninae inesperadamente afectar a una persona si no se la trata oportunamente. El deficienteesquema de vacunación que se verificó en los departamentos de la costa, sumado asituaciones ecológicas particulares y a deficiencias en el control de focos, permite al viruscircular y manifestarse – de cuando en cuando – en casos caninos y humanos”. Lasrecomendaciones son elocuentes, sin embargo, las acciones fueron negligentes y el costofueron muertes evitables, sin que aparezcan los responsables.Por otro lado, la preocupación respecto a esta zoonosis no debe incluir solo la vigilancia dela población canina. Dadas las características ecológicas y sociales de las áreas tropicalesy subtropicales de las Américas, la rabia transmitida por murciélagos hematófagos(vampiros generalmente de la especie Desmodus rotundus) adquiere una particular gravedadpara la salud pública. En ecosistemas de alta densidad ganadera los vampiros se alimentanexclusivamente de ganado y atacan a las personas sólo esporádicamente. Por el contrarioen los sistemas de baja densidad ganadera las poblaciones de vampiros son más pequeñas,se alimentan de varias especies animales y atacan a los humanos más frecuentemente. Engeneral, se ha encontrado que la frecuencia de agresiones de los vampiros al hombre se veinfluenciada por ciertas intervenciones, las más comunes son el retiro de animales de unazona densamente poblada; el inicio de las actividades de desmonte; y la exploración deminas (2,3).Colombia, que dispone hoy de casi tres veces más recursos para salud que hace 15 años,debería contar con un sistema sanitario con mayor centralidad en la Salud Publica. Se esperaque en la próxima reforma al sistema de salud que se encuentra en trámite actualmente en elCongreso de la República (Plan Nacional de Salud Pública) el cual se expresará en el respectivoPlan Nacional de Desarrollo, pueda revisar y corregir estas vergüenzas